martes, 22 de marzo de 2016

Sentido de permanencia

Mucho se habla del sentido de pertenencia, encarnado en un Diego Milito que decidió finalizar su brillante carrera en un equipo que venía de salvarse del descenso por dos puntos y potenciado por Lisandro López tras su cuestionado (por muchos) paso por Brasil.

Racing necesitaba de sus ídolos tras años de dirigentes desprovistos de GPS. No sólo consiguió que volvieran los nuestros: los que llegaron de otros clubes no se quieren ir. Se racinguizaron. Es una política de la institución, claro. Pero a su vez tiene que ver con sus rendimientos. Es un círculo virtuoso en el que la dirigencia sostiene porque la performance de los jugadores lo amerita. Ya no es más “si sos bueno te vas”. Si sos bueno, te quedás.

Lo siempre ilustrativos números de El Método Racing permiten sacar conclusiones que lo respaldan. Cuesta encontrar un plantel de La Academia que, en la suma, arroje tantos partidos jugados con la celeste y blanca. Seguramente en los últimos 30 años no haya otro. De aquel equipo campeón en 2014 sólo falta un titular (Centurión) y un recambio de importancia (Hauche). Acostumbrados a que ante el primer atisbo de éxito (sumar 30 puntos en un torneo corto ya lo era) emigren unos cuantos, el dato cobra mayor importancia, por eso de que el pasado siempre resignifica el presente. Un plantel que se consagró y, casi dos años después, se pone la misma camiseta. ¡Ni los suplentes se fueron!



Entre paréntesis la cantidad de partidos jugados en Racing.

Esta permanencia genera que las incorporaciones deban hacer muchos méritos para ganarse un lugar. No es sencillo sacarle el puesto a un tipo que tiene 100 partidos en el lomo con la de Racing. Pero también una ligazón con el hincha, que se siente seguro con los suyos. Les conocemos las virtudes y sus puntos débiles, ya sabemos qué pueden aportar en cada momento del partido y, lo más importante, confiamos en ellos.  Ahora discutimos sobre quién es el mejor. Y tenemos para elegir.

Nicolás Saralegui

viernes, 12 de febrero de 2016

Apología de la Pantera




La discusión, evidente y ampulosa, pasó unos decibeles por encima del reproche aceptado. En la mitad de la cancha Diego Milito y Gustavo Bou se desafiaban y prometían trompadas para el entretiempo. Alguien era capaz de enfrentar al mito de la camiseta 22 y aún así conservar su lugar de privilegio en la consideración de los hinchas. Sin buscarlo, Gustavo Bou encontraba en la omisión de cuestionamientos el reconocimiento a su aporte sustancial.


Lograrlo le costó mucho. Siempre en la mira, escuchó que su llegada era un negociado de Cocca con Bragarnik. Luego que su racha goleadora era puro culo, un veranito, que sin Milito no era nadie. Más tarde que se había agrandado, que sus compañeros no lo aguantaban, que no se la pasaba a nadie. Y hace poco, muy poco, que tenía que ir a entrenarse a Tita, por su rebelde decisión de pedir un aumento y no viajar a la pretemporada.





Existen intangibles que explican la inserción de los futbolistas en el sentimiento de la gente. Algunos lo simplifican y lo llaman ángel. En épocas de promedio desnutrido tuvimos que ponerle aureola y alitas a unos cuantos matungos que por mucho menos lograron aplausos precoces. Bou no tiene ángel, está claro. Pero tiene fútbol de sobra y una entrega descomunal. Un año y medio al máximo nivel lo confirma. Y un arranque superlativo de 2016 dispara el interrogante: ¿es el mejor delantero de Racing de las últimas décadas?


Los gustos son subjetivos y los logros relativos, dependientes del conjunto. Y las estadísticas desnudas, sin relación con la gloria, matemática insípida. En cambio, cuando todo eso se combina hay que abrir el libro de historia y escribir un nuevo capítulo. A continuación van fundamentos y elogios para afirmar que desde aquel lunes 6 de octubre de 1986 en el que pisé por primera vez el Cilindro (4-3 a Rosario Central), el mejor delantero que ví en Racing es Gustavo Bou.





- Hizo 32 goles en 62 partidos.
- Convirtió en 25 juegos. De esos, Racing ganó 21, empató 3 y perdió 1. En síntesis: cuando Bou la mete, Racing consigue el 94% de los puntos.
- De sus 32 conquistas 11 son pura autogestión. En más de la tercera parte de sus goles no necesitó que nadie lo habilite. Se los inventó.
- 6 de sus gritos sirvieron para empatar el partido, 10 para poner el 1-0 y 3 para lograr el 2-1. Altísimo porcentaje (59%) de goles vitales para conseguir puntos.
- Su gol a Newell’s (primero en Racing) evitó la salida de Cocca.
- Sus goles a Boca dieron vuelta un partido imposible.
- El fierrazo en Quilmes puso a Racing en la punta, a falta de dos fechas. Es el de Bedoya versión 2014.




- Fue el goleador del equipo campeón. Determinante para lograr un título.
- Fue el goleador de la Copa Libertadores 2015. Está a solo 4 goles de Norberto Raffo, máximo anotador de Racing en la historia de la Copa.
- La merma de Milito en 2015 lo obligó a hacerse cargo de todo el trabajo sucio en ataque. Lo hizo sin resignar peligrosidad. Todos los pelotazos largos lo buscan. Abre defensas, las desgasta, asiste (tal vez además del goleador sea el máximo asistidor del equipo) y colabora en la marca.
- Suele destacarse en los partidos importantes. Por ejemplo, a Boca le hizo 3 goles en 2 partidos oficiales.
- Silenció al estadio de Independiente con un gol de antología. A lo Bou, sólo él pensó que era posible hacerlo.
- Fue el máximo responsable de la clasificación a la fase de grupos. Frente a Puebla jugó 180 minutos a un nivel estelar.





Ahí fueron algunos argumentos en forma desordenada. Pero quizás la mejor definición de lo que significa Bou la haya dado Riquelme: si Racing no lo tuviera, sería un equipo como cualquiera.


Nota: Nicolás Saralegui (@CilindroMagix) 
Fotos: Pasión Fútbol, Conclusión.com y Mario Martínez (@mario_charlas)

martes, 29 de diciembre de 2015

El año de las inferiores




Los juveniles de Racing tuvieron una muy buena perfomance en 2015. Con un sexto puesto en la tabla general con 202 puntos en 126 partidos y una efectividad del 53,43%. Se ubicaron por encima de clubes como Argentinos Juniors y Vélez, dos emblemas del fútbol amateur. Por su parte la Reserva volvió a estar en el podio por tercera vez consecutiva. Sus 51 puntos en 27 juegos lo catapultaron al tercer lugar de la tabla detrás de San Lorenzo e Independiente. Además, las inferiores tuvieron 11 jugadores en los seleccionados juveniles de Argentina. Como punto destacable, el club recibió por tercer año seguido el premio Fair Play.


Reserva



El equipo, primero dirigido por Jorge Cordon y luego por Gustavo Zapata, peleó el torneo hasta la última fecha y nuevamente se ubicó entre los primeros de la tabla. 

Estuvo 11 partidos sin perder y tuvo en Brian Mansilla -10 goles en 16 partidos- y en Lautaro Martínez - 9 en 15- a los goleadores de Racing. El juvenil con más presencias fue Germán Díaz -27 en total (23 de titular)-. 

Dispuso de 37 jugadores y 18 goleadores distintos. Tuvo en Mariano Bareiro y Gastón Gómez primero, y en Fernando Valenzuela y Brian Mansilla después, a los representantes académicos en la Selección Argentina Sub20.

Plantel

  • Mariano Bareiro (20 años, volante central)
  • Ricardo Ramírez (20 años, defensor central de Cuarta División)
  • Facundo Macarof (20 años, volante central de Cuarta División)
  • Germán Díaz (19 años, enganche de Cuarta División)
  • Ariel Siliman (20 años, lateral izquierdo de Cuarta Divisón)
  • Carlos De la Mata (20 años, defensor central de Cuarta División)
  • Augusto Lotti (19 años, delantero de Cuarta División. Actualmente a préstamo en el Wolhen, de Suiza)
  • Juan Musso (21 años, arquero)
  • Mauro Leiva (20 años, volante mixto de Cuarta División)
  • Braian Bortolotti (19 años, lateral derecho de Cuarta División)
  • Brian Mansilla (18 años, delantero de Quinta División)
  • Christian Mora (20 años, mediapunta de Cuarta División)
  • Fernando Valenzuela (18 años, mediapunta de Quinta División)
  • Leandro Zacarías (19 años, delantero de Cuarta División)
  • Nicolás Oroz (21 años, enganche)
  • Mauro Bazán (22 años, lateral derecho)
  • Facundo Castro (19 años, delantero. Actualmente a préstamo en Unión de Santa Fe)
  • Maxi Cuadra (20 años, delantero de Cuarta División)
  • Nahuel Marina (19 años, volante central de Cuarta División)
  • Lautaro Martínez (18 años, delantero de Quinta División)
  • Gastón Gómez (19 años, arquero de Cuarta División)
  • Ulises Ojeda (20 años, mediapunta de Cuarta División)
  • Gastón Campi (24 años, defensor central)
  • Enzo Brítez (19 años, volante central de Cuarta División)
  • Agustín Figueroa (19 años, enganche de Cuarta División)
  • David Correa (20 años, arquero de Cuarta División)
  • Rodrigo Torres (19 años, lateral izquierdo de Cuarta Divisón)
  • Matías Zaracho (17 años, mediapunta de Sexta División)
  • Cristian Marcial (19 años, lateral derecho de Cuarta División) 
  • Sebastián Villalba (19 años, defensor central de Cuarta División)
  • Facundo Gutiérrez (18 años, volante mixto de Quinta división)
  • Matías Morales (18 años, enganche de Quinta División) 
  • Franco Gerez (16 años, enganche de Séptima División)
  • Gabriel Díaz (18 años, lateral izquierdo de Quinta División)
  • Braian Álvarez (18 años, mediocampista izquierdo de Quinta División)
  • Braian Guille (18 años, delantero de Quinta División)
  • Sergio Alfonzo (18 años, volante central de Quinta División)


Goleadores

  • Brian Mansilla 10
  • Lautaro Martínez 9
  • Ariel Siliman 5
  • Maxi Cuadra 4
  • Braian Guille 4
  • Christian Mora 3
  • Facundo Castro 3
  • Mauro Leiva 2
  • Germán Díaz 2
  • Nicolás Oroz 1
  • Mariano Bareiro 1
  • Leandro Zacarías 1
  • Facundo Macarof 1
  • Fernando Valenzuela 1
  • Augusto Lotti 1
  • Nahuel Marina 1
  • Carlos De la Mata 1
  • Juan Musso 1

    
Dato: Racing es el equipo que más puntos sumó en los últimos cuatro torneos de Reserva.




Cuarta División



Los chicos categoría ´95 y ´96 terminaron quintos en la tabla de posiciones con 36 puntos a 4 del campeón Lanús. El conjunto de Gustavo De la Llera obtuvo 46 unidades sobre 81 posibles entre Copa Clasificación (3G 1E 2P) y la Copa Campeonato (11G 3E 7P)  y logró una efectividad de 56,79% 

Habituales 11
David Correa; Alejandro Paredes, Sebastían Villalba, Agustín Gómez; Rodrigo Torres; Ángel Ayunta, Nahuel Marina; Christian Mora, Ulises Ojeda, Agustín Figueroa; Leandro Zacarías.

Goleadores

  • Christian Mora 11
  • Leandro Zacarías 5
  • Maxi Cuadra 4
  • Germán Brítez 3
  • Agustín Figueroa



Quinta División



La categoría ´97 tuvo un gran año y terminó la Copa Campeonato en la segunda colocación con 40 puntos. El equipo de Manuel Fernández entre Copa Clasificación (4G 1E 1P) y la Copa Campeonato (12G 4E 5P) obtuvo 53 unidades sobre 81 posibles y logró una efectividad de puntos de 65,43%. Fue la división con mejor porcentaje en Racing.
Su goleo estuvo repartido. Fernando Valenzuela y Braian Guille encabezan la tabla con 11 tantos. La Quinta contó en la Copa Clasificación con Brian Mansilla y Lautaro Martínez, los goleadores de la Reserva con 10 y 9 goles respectivamente, y que además, son los únicos juveniles que debutaron en Primera en 2015.


Habituales 11
Lucas Gutiérrez; Bruno Vedda, Rodrigo Schlegel, Ignacio Lucero, Gabriel Díaz; Sergio Alfonzo, Facundo Gutiérrez; Matías Morales, Fernando Valenzuela, Braian Álvarez; Braian Guille.

Goleadores

  • Fernando Valenzuela 11
  • Braian Guille 11
  • Brian Mansilla 8
  • Lautaro Martínez 7
  • Blas Cittadini 5
  • Jonathan Córdoba 4



Sexta División




El equipo de Nacho González tuvo un andar irregular. La categoría 98 fue la más floja de la Academia. Terminó decimo séptima en el Torneo con apenas 20 unidades. Entre Copa Clasificación (4G 2E 0P) y la Copa Campeonato (4G 8E 9P) obtuvo 34 puntos sobre 81 posibles y logró una efectividad de 41,97%. Fue la división de Racing que menos sumó.
El goleador fue Javier Martínez con 6 tantos. Matías Zaracho y Federico Vietto lo siguieron con 5 goles. El hermano de Luciano, logró esa cifra en apenas 9 partidos. El delantero junto al lateral derecho Matías Escudero disputaron con Argentina el Mundial Sub 17 de Chile.


Habitual 11
Isaías Báez; Matías Escudero, Patricio Boolsen, Enzo Cáceres, Enzo Chávez; Pablo Vega, Nicolás Muscio; Lautaro Aregui, Matías Zaracho, Gonzalo Rojas; Federico Vietto.

Goleadores
  • Javier Martínez 6
  • Matías Zaracho 5
  • Federico Vietto 5
  • Lautaro Arregui 4
  • Gonzalo Rojas 2



Séptima División



Buen equipo el dirigido primero por Mario Pobersnik y luego por Jorge Cordon. Terminó el torneo en sexto lugar con 37 puntos. Pobersnik estuvo en la Copa Clasificación (4G 2E 0P) y parte de la Copa Campeonato (5G 1E 3P). Desde la llegada de Gustavo Zapata a la Reserva, Cordon pasó a dirigir a la Séptima (6G 3E 3P). Lograron 51 unidades sobre 81 posibles y una efectividad de puntos de 62,96%.

El goleador fue el marplatense Franco Gerez, con 18 tantos. El enganche llegó éste año a la Academia y ya tuvo su debut en Reserva.

Habitual 11
Leonel Piedrabuena; Federico Rotela, Gabriel Charra, Mauro Genovese, Martín Barreto, Agustín Rojas, Julián Motagna; Facundo Ríos, Franco Gerez, Agustín Araujo; Elías Gutiérrez.

Goleadores
  • Franco Gerez 18
  • Elías Gutiérrez 14
  • Agustín Araujo 10
  • Facundo Ríos 7
  • Franco Molina 3 



Octava Divisón




La categoría 2000 fue quizás la mejor de Racing en el año. Logró 50 puntos sobre 81 posibles entre Copa Clasificación (2G 2E 2P) y Copa Campeonato (13G 3E 5P). Su efectividad de puntos fue de 61,72%. Llegó a la última fecha del torneo como único puntero pero el traspié ante Arsenal los dejó con las manos vacías.

La Octava tuvo en Gonzalo Córdoba, con 20 tantos, al goleador del equipo y de todas las divisiones. Él y Rodrigo Aquino disputarán en Sudamericano Sub 15 con la Selección Argentina. Durante el año fueron convocados 5 juveniles de la categoría 2000 de la Academia para representar al país –ver La Selección de Racing-.

Habitual 11
Federico Escobar; David Córdoba, Lucas Samaniego, Gastón Medina; Franco Morales; Julián López, Ignaio Pais Mayán; Alexis Cuello; Gonzalo Córdoba; Rodrigo Aquino; Facundo Espósito.

Goleadores
  • Gonzalo Córdoba 20
  • Facundo Espósito 9
  • Alexis Cuello 5
  • Rodrigo Aquino 5




Novena División



El equipo del Lagarto Fleita tuvo un año irregular pero lo cerró con un invicto de 3 partidos. Arrancó el año con una buena Copa Clasificación (4G 2E 0P) pero luego no pudo mantener el nivel en la Copa Campeonato (7G 6E 8P). Alcanzó los 41 puntos sobre 81 posibles y logró una efectividad de 50,61%. El goleador fue el zurdo Fabricio Rosales con 8 tantos.

Habitual 11
Guillermo Acuña; Barreto, Jerónimo Valdéz, Blas Indovino, Luca Andrada; Matías Caballero, Matías Pillón, Fernando Prado; Ángel Gómez; Walter Naranjo y Fabricio Rosales.

Goleadores
  • Fabricio Rosales 8
  • Gonzalo Cardozo 4
  • Matías Caballero 3
  • Luca Andrada 3
  • Ángel Gómez 3
  • Walter Naranjo 3



Informe: Martín Jiménez Guerra (@MGJG23)
Fotos: Juan Carlos Baldovino

martes, 8 de diciembre de 2015

El restaurador



Pasaron sólo 14 meses de aquel 0-2 con Rafaela en cancha de Racing. De ese mazazo que prometía otro ciclo de sinsabores surgieron unos cuantos interrogantes, limítrofes con el revisionismo. Aquellos eran los albores del Racing Positivo. Nada sería igual después de esa derrota, de las más injustas que se recuerden en el Cilindro. Por primera vez nos levantamos de la lona ya no para aguantar hasta el último round sino para romperle la cabeza al destino.

Un año y medio. 69 partidos. 40 triunfos. 14 empates. 15 derrotas. 65% de efectividad, la más alta que haya logrado un entrenador de La Academia. Diego Cocca se encontró con aquel Racing y no intentó cambiarlo. Su obra fue la de un restaurador. Paciente y minucioso encontró el brillo olvidado debajo del castigo que generó el paso del tiempo. Su adaptación a la vida del club, a su historia, llevó algunos meses pero fue precisa: en algunas declaraciones pareció conocernos de toda la vida. Fue un sociólogo y nosotros su objeto de estudio.

El primer partido en el Cilindro, nada menos que un clásico ante San Lorenzo, fue muestra gratis de lo que vendría. La histeria de las tribunas contrastó con el ritmo paciente y continuo de un equipo que tocaba buscando los espacios y parecía jugar con tapones en los oídos. Contracultural, Cocca mostraba cuál sería el signo de los nuevos tiempos.

En medio de acusaciones y de un inicio verbal errante, Racing forjó una identidad y Cocca logró que el equipo supiera pronto a qué jugaba. Cuando eso sucede el estilo puede gustar o no, pero el trabajo del entrenador está hecho.

Nos encontramos con un hecho inusual en nuestra historia contemporánea: supimos a qué jugábamos cada vez que lo hacíamos. Recuperamos una autoestima olvidada y dio lo mismo que enfrente estuviera Olimpo o Boca. Y cuando las lesiones, el desgaste y la baja en los rendimientos individuales aparecieron, el Cilindro se transformó en nuestra trinchera.

Y ningún jugador se la creyó. Y ninguno se enojó. Y todos fueron para el mismo lado. Y si hubo algún quilombo quedó en el vestuario. Este proceso deja mucho más que un título y dos clasificaciones consecutivas a la Libertadores. Muestra que la histeria, el autoboicot y el derrotismo tienen cura. Siempre hicimos alarde a nuestra enfermedad, una autoinmune que con un par de síntomas divertidos disfrazaba su avance destructivo.

Hoy nos toca despedir a un técnico con dolor, con un nudo en la garganta. Se va el mejor que conocí, el restaurador. Pero hasta las partidas son diferentes: esta vez el futuro seduce. Hay cosas que cambiaron para siempre.


Nicolás Saralegui     

lunes, 7 de diciembre de 2015

Por una cabeza




Racing clasificó a la Copa Libertadores 2016 tras ganar la serie ante Independiente. Si bien en la vuelta, la Academia no tuvo un buen partido en el Cilindro y perdió por 2 a 1, el 2 a 0 de la ida lo deposita en el máximo torneo del continente. Luciano Lollo convirtió su quinto gol en el equipo de Diego Cocca.

El técnico de Racing no quiso arriesgar y por eso no ubicó de titular al paraguayo Óscar Romero. Los once fueron: Sebastián Saja; Iván Pillud, Luciano Lollo, Nicolás Sánchez, Leandro Grimi; Francisco Cerro, Luciano Aued, Washington Camacho, Marcos Acuña; Gustavo Bou y Diego Milito.




El partido comenzó favorable para la visita. Poco tardó en adueñarse del mediocampo y generar las primeras situaciones de peligro. Con Lucero como fundamento principal de ataque, el Rojo llegaba por el lado derecho de la defensa de la Academia. Los desbordes y centros al primer palo fueron una constante en el primer tiempo.

En esos 45 minutos iniciales fue Saja la figura trascendental del conjunto local. Una y otra vez le ahogó el grito de gol a Independiente. Por el lado de Racing, apenas una llegada desde los pies de Bou. La Pantera, de buen partido, aguantó la marca en un contragolpe que terminó con un remate que Rodríguez tapó con dudas.




En el entretiempo se vivió un hecho bochornoso en el sector de prensa de Racing. Los dirigentes, familiares e hinchas de Independiente ubicados al lado de los periodistas y a metros de los plateístas académicos, olvidaron que, por cordialidad, deben observar el encuentro sin intervenir con gritos, gestos y cánticos a tono de gastada.

Primero se acercaron algunos hinchas de la Academia para exigir que sean respetuosos y no inciten a la violencia. El público de la visita hizo oídos sordos y sobre el final del primer tiempo se pusieron a gritar desenfrenados de cara a la gente de Racing. Pronto llegó el refuerzo policial que formó un cordón entre cada sector. Y se avecinó lo peor.

Con una facilidad llamativa, aproximadamente 20 barras de Racing accedieron a la platea de prensa y comenzaron a agredir a la gente de Independiente. Volaban pupitres, televisores y soportes por todos lados. La policía que intentaba atajar los proyectiles con sus escudos no tuvo mejor idea que la de reprimir con gas pimienta en un lugar en el que se mezclaban barras y periodistas.

El afán inútil de parte de algunos medios partidarios para que esas personas no rompieran su propio estadio derivó en que el gas también les llegara a ellos. Cuando esos barras lograron el objetivo de echar al público de Independiente, se fueron sin ningún impedimento por el mismo lugar por el que habían ingresado. Incrédulos, los presentes, no entendían la libertad que tenían esos delincuentes para cometer un acto de violencia e irse con una tranquilidad pasmosa ante la mirada de la policía.




Mientras Prensa se acomodaba de nuevo en sus lugares, comenzó el segundo tiempo. Sí, se jugaba un partido de fútbol. Restaban 45 minutos para deliberar quien clasificaba a la Libertadores y quien se quedaba con el premio consuelo de la Sudamericana en esta nueva edición del clásico de Avellaneda.

La primera la tuvo Lucero, que ensayó un taco que Saja controló sin problemas. En Racing, poco y nada. Sólo Bou y Acuña daban la cara y estaban a la altura del acontecimiento. Se vio un equipo nervioso, desordenado, sin ideas concisas y con un mediocampo inexistente. El primer cambio fue el de Ricardo Noir por Camacho. El ex Defensa y Justicia se lo vio desorientado, sin posición fija y con un desgaste excesivo por correr mal la cancha.




Poco del ídolo Milito que a los 18 dejó la cancha y en su lugar ingresó Carlos Núñez. El uruguayo tampoco tuvo un buen día y no inquietó en el tiempo que le tocó estar. En un tiro libre al borde del área grande, el Cebolla Rodríguez puso el 1 a 0 en favor de los visitantes. Complicidad de Saja, la barrera y mérito del uruguayo.

Tres minutos después llegó el gol del desahogo. Tras un córner de Acuña, Lollo se elevó, metió el testazo y la clavó al ángulo. Era el 1 a 1 y delirio en el Cilindro. El quinto gol del cordobés en Racing. Antes, sus goles siempre le habían dado victorias a la Academia. No sería ésta la oportunidad. Es, además, la segunda vez que le convierte a Independiente. La primera fue cuando defendía la camiseta de Belgrano.




Independiente se descontroló y sufrió las expulsiones de Méndez y Ortíz. La del ex Canalla discutida, aunque muy similar a la Acuña en el Libertadores de América por torneo local. La situación se revertía con los mismos protagonistas. La del ex Arsenal es inapelable. Inexplicable hombrazo en la cara de Aued. A la siguiente jugada, Pisano le revoleó un manotazo en la cara a Grimi pero Loustau se apiadó y no le sacó la roja.

De manera insólita, Racing con dos hombres de más se relajó y casi lo paga caro. Ya con el ingreso de Romero por Acuña, el mediocampo siguió sin estar sólido y era lugar de tránsito en un momento del partido que exigía tener la pelota. Cada ataque de la Academia tenía sensación de gol. Pero el grito llegó del otro lado. Lucero recibió absurdamente solo en el área, remató y su débil tiro venció a la endeble resistencia de Saja. Con el reloj en 45´, el partido se ponía 1-2.

La última paralizó al público. Nuevamente un jugador de Independiente quedó sin defensores alrededor. Cuesta, que buscaba la heroica, remató con su pierna menos hábil y la pelota se fue a centímetros del ángulo derecho del arco de Racing.




No había tiempo para más. Respiraba la gente de la Academia. Por segunda vez en la historia se clasifica en años consecutivos a la Copa Libertadores. Broche de oro a la gran campaña en el último año y medio. Partido final de Diego Cocca como técnico de Racing y, tal vez, de algunos referentes como Bou y Lollo. Será el momento de decisión para el actual máximo ídolo de la institución Diego Milito, de sentenciar su continuidad o su retiro.


Gran presente del club que gracias a este equipo hizo del Cilindro una fortaleza, se acostumbró a ganar y clasificó, por octava vez en la historia al ansiado trofeo continental. Milito y Cocca fueron grandes exponentes de este crecimiento. Racing tuvo un año a la altura de los mejores de Sudamérica y ahora va por la Libertadores.




Nota: Martín Jiménez Guerra (@MGJG23)
Fotos: Racing Club Oficial

lunes, 30 de noviembre de 2015

Avellaneda es mía



Por la ida de la final de la Liguilla Pre-Libertadores Racing le ganó a Independiente en su cancha luego de 14 años y crecen las chances de clasificar al máximo torneo continental. Fue 2 a 0 con goles de Gustavo Bou y Óscar Romero, ambos en el primer tiempo. En el inicio del complemento fue expulsado en el local Diego Rodríguez por una patada descalificadora a Bou. El próximo domingo se juega la vuelta en el Cilindro.

Diego Cocca dispuso un 4-4-1-1 con Sebastián Saja; Iván Pillud, Luciano Lollo, Nicolás Sánchez, Leandro Grimi; Gastón Díaz, Francisco Cerro, Luciano Aued, Marcos Acuña; Óscar Romero; Gustavo Bou. El planteo desde el dibujo táctico estaba diagramado a ganar el medio, ahogar la salida de Independiente, ubicar dos líneas de 4 y salir rápido de contra.




El partido comenzó con Racing enchufado, intenso, presionando arriba, con todos los jugadores metidos desde el primer minuto. Del otro lado se vio un rival tibio que sólo inquietó desde su delantero Diego Vera. La Academia dispuso de la pelota en el inicio pero después se repartieron la posesión. La primera fue del local por medio del uruguayo luego de que Lollo calculara mal un lateral. El delantero desbordó y tiró el centro que Díaz cerró con lo justo ante la arremetida de Benítez.

A los 38´llegó el primero de la Academia. Saja sacó largo, Acuña la peinó y el resto fue obra del animal del gol, Gustavo Bou. Aguantó la marca de Pellerano, lo dejó pintado a Cuesta y definió por encima del arquero. Golazo de Racing. Delirio de los hinchas. Los amantes de las estadísticas sabían en ese momento lo que pasa cuando el delantero convierte y la sonrisa era inocultable. Pero con cautela. Esa cancha fue detractora de sueños en los últimos 14 años.  




Dos minutos después, Racing ampliaría el resultado. El segundo llegó desde la zurda de Romero. El paraguayo, con una molestia en su tobillo, le había pedido a Cocca que aguantara el cambio un poco. Y por esas cosas del destino, cuando después de un tiro libre favorable la defensa de Independiente despejaba el centro y se venía la contra, apareció Acuña para anticipar de cabeza. La pelota le quedó a Romero que la frenó de derecha y en un giro le metió el zurdazo esquinado. Imposible para Rodríguez.

Es el cuarto tanto del ex Cerro Porteño en la Academia y siempre que convirtió, Racing ganó. Además, su gol fue el número cien de la era Cocca en el conjunto de Avellaneda. 




Era 2 a 0 sobre el final de la primera etapa y ahora sí, Romero salía para que Ricardo Noir ingresara en su lugar. Con este cambio Racing modificó nombres pero no dibujo. Noir ocupó la posición de Acuña, y éste la del paraguayo. Los dos cachetazos dejaron en silencio al público presente y atónitos a los jugadores y técnico de Independiente.

A los 8´del complemento, Diego Rodríguez le cometió una falta criminal a Bou y dejó a su equipo con un jugador menos. A partir de ahí se imaginaba que Racing lo iba a definir pero no fue así. Hay un dicho recontra trillado que es: "Cuando uno se quema con leche, ve una vaca y llora". Y Racing se quemó muchas veces en esa cancha. Y Cocca nunca había ganado en ese estadio. Y es una serie a dos partidos. Y Racing es muy fuerte de local. Y los dos delanteros suplentes habían entrenado diferenciado en la semana. Todo esto de un lado de la balanza. Del otro, un 2 a 0 arriba con un jugador más y la chance de cerrar la llave ahí.




A contramano de lo que se preveía, Racing cedió terreno y pelota para poder aprovechar el contragolpe con la velocidad de Noir, el manejo de Acuña y la potencia de Bou. Independiente, sin muchas luces buscó el descuento pero nunca lo logró. No generó situaciones de peligro por más que tuvo mayor posesión que la Academia.

A falta de veinte para el cierre del partido, el técnico mandó a Germán Voboril por Cerro. Gastón Díaz, que había cambiado punta con Noir, se tiró más al medio y el recientemente ingresado se ubicó como mediocampista por izquierda. La Academia tuvo algunas jugadas aisladas en donde pudo aumentar la ventaja pero no logró materializarlas. En 38 del segundo tiempo, ingresó Camacho por Acuña, de gran partido.




No hubo tiempo para más y Racing cortó la mala racha. Ahora deberá extender el registro en el Cilindro, en donde no cae ante el clásico rival desde 2009. Además, de local, la Academia hizo una fortaleza inquebrantable con Cocca como técnico en donde apenas perdió 4 partidos de 30 que jugó. De esas derrotas, sólo ante Lanús (1-3) y Atlético Rafaela (0-2) fueron por diferencia de dos goles que son los que necesita Independiente para forzar los penales.

El primer paso está dado. Falta el último y definitivo para depositar a Racing en la Copa Libertadores en años consecutivos por segunda vez en la historia. Será el próximo domingo en lo que va a ser la despedida de Cocca y, posiblemente, de varios jugadores que aún no resolvieron su futuro como Diego Milito, Gustavo Bou, Luciano Lollo, Leandro Grimi, Iván Pillud y Francisco Cerro. Será un hermoso broche de oro a esta campaña. A este técnico. A este plantel que le devolvió la confianza al hincha. La esperanza. La alegría.





Nota: Martín Jiménez Guerra (@MGJG23)
Fotos: Racing Club Oficial. 



sábado, 28 de noviembre de 2015

Triste, solitario y final



Racing se quedó sin título en Reserva. El conjunto de Gustavo Zapata perdió hoy ante Independiente en Villa Domínico por 2 a 1 y dilapidó la chance de salir campeón. El gol académico lo hizo Lautaro Martínez, de tiro libre, mientras que los del local los marcaron Ezequiel Vidal y Gastón Del Castillo. El hermano del Kun fue la figura del encuentro.

Zapata dispuso un 4-4-2 con Juan Musso; Braian Bortolotti, Ricardo Ramírez, Gastón Campi, Ariel Siliman; Matías Morales, Mariano Bareiro, Mauro Leiva, Germán Díaz; Lautaro Martínez y Brian Mansilla. Estaba anunciado Fernando Valenzuela entre los titulares pero finalmente ocupó un lugar en el banco de suplentes.




El partido comenzó favorable para Racing que desde el primer minuto tomó la iniciativa. La Academia se hacía dueño de la pelota con Bareiro, Leiva y Díaz como abanderados de la posesión. Morales y Martínez eran más verticales y lastimaban cada vez que se lo proponían. Mansilla perdía más de lo que ganaba y luchaba no sólo contra los defensores sino contra el pasto mojado. El juvenil sufrió infinitas caídas durante el juego.

Cuando mejor estaba el equipo de Zapata, Independiente convirtió su primer gol. En una contra aislada Del Castillo, su máxima figura, desparramó a tres defensores y remató cruzado. Musso, de gran reacción, tapó el disparo de manera notable. Pero Vidal estuvo más atento y rápido que la defensa de Racing, capturó el rebote y la mandó al fondo de la red. Injusta desventaja.




A partir de ahí el encuentro se hizo de ida y vuelta. El árbitro sólo parecía cobrar los foules de Racing y pronto lo cargó de amarillas. A falta de cinco minutos para el cierre del primer tiempo, la Academia dispuso de un tiro libre al borde del área. El encargado de patearlo fue uno de los goleadores del equipo: Lautaro Martínez, El bahiense no perdonó y la clavó abajo a la derecha del arquero. El Toro se desahogó de cara al público local que lo maltrataba con insultos. Noveno gol de Martínez en 15 partidos en Reserva.

En el segundo tiempo Racing, que debía ganar para continuar con chances, tardó en realizar las variantes. Pronto se puso abajo en el marcador luego de otro contragolpe capitalizado por Del Castillo. Con el 1-2, la Academia sintió el cimbronazo y los pibes parecían abatidos. Sus buenas intenciones no se habían podido traducir en el resultado. Diez minutos después, Zapata ensayó la primera modificación: salió Morales, que alternó buenas y malas, y por él ingresó Maxi Cuadra. Delantero devenido en puntero derecho.




En 25 del segundo tiempo el mediocampo era un lugar de paso. Ya nadie descansaba con la posesión sino que era palo por palo. Racing lo tuvo en un par de ocasiones en que Leiva, Martínez y Díaz lograron conectarse. En cada contra parecía que Independiente sellaba el resultado pero Musso ahogó cada intento. Si el primer cambio de la Academia demoró, el segundo tardó una eternidad. Recién a falta de ocho minutos para el cierre Zapata mandó a la cancha a Fernando Valenzuela. Poco tiempo para un jugador que podría haber generado peligro al cansado fondo del rojo. Para colmo de males ingresó por Leiva, el mejor junto a Martínez en la ofensiva académica.

En la primera que tuvo, Valenzuela dejó en las manos del arquero un tiro libre en la medialuna del área grande. En la siguiente, abrió bien para la subida de Siliman que envió un buen centro que Martínez no logró anticipar por poco. En la tercera, se conectó bien con Braian Guille -que entró en el minuto 44 por Díaz-, hicieron una linda pared y cuando el santiagueño se disponía a patear apareció el Toro que no se dio cuenta de que estaba en posición adelantada.




Ya no hubo tiempo para más. Perdió Racing 2 a 1 en Villa Domínico y sepultó sus posibilidades de ser campeón. Cabe destacar que por cuarto torneo consecutivo pelea el título y se ubica entre los primeros cinco. Con esta victoria Independiente llega a 58 puntos y deberá esperar el resultado entre San Lorenzo (57) y Belgrano. A la Academia le resta el partido contra Unión -posiblemente no se juegue-.

Así, se cierra otro año en la Reserva de Racing y nuevamente la encuentra protagonista de la categoría y con jugadores que para el 2016 serán complemento de la Primera como Musso, Bareiro, Leiva, Martínez y Mansilla. Dependerá del técnico que llegue. Tanto Sava como los mellizos se encontrarán con muy buen material en las inferiores de la Academia.





Nota: Martín Jiménez Guerra.
Foto: Racing Oficial